
Durante una década, el taller más secreto de Lamborghini ha estado realizando un tipo muy específico de magia. No sólo arregla coches viejos, sino que resucita leyendas. Para celebrar el décimo aniversario de su departamento de patrimonio Polo Storico, la marca italiana está descorriendo el telón del meticuloso y casi arqueológico proceso que devuelve a sus coches clásicos su rugiente gloria original.

El departamento, creado en 2015, se basa en cuatro pilares fundamentales: un vasto Archivo Histórico, un Comité de Expertos, un servicio de Restauración de categoría mundial y un Certificado de Autenticidad oficial. El trabajo es un acto de profunda reverencia, tratando cada vehículo no como un coche usado, sino como una pieza de valor incalculable de la historia del automóvil.
El proceso de restauración es una fusión de artesanía tradicional y tecnología punta. Maestros artesanos, armados con dibujos técnicos originales del extenso archivo de la empresa, recrean minuciosamente componentes que han estado fuera de producción durante décadas. Cada decisión se analiza minuciosamente, desde el tono exacto de la pintura hasta la sensación táctil del volante, con el único objetivo de devolver al coche su auténtica identidad.

Esta dedicación se extiende a la fabricación de piezas de recambio originales, y el Polo Storico produce actualmente componentes para más del 65% de la flota histórica, desde el icónico 350 GT hasta el poderoso Diablo. Esto garantiza que estas obras de arte automovilísticas no sólo puedan restaurarse, sino también mantenerse para las generaciones futuras.




